Nuestros valores

Casi todas la VPN afirman brindarte un servicio privado que protege tus datos, comportamiento e identidad en Internet. Sin embargo, hacer ese tipo de declaraciones no es ninguna garantía, así que nuestro equipo siempre investiga en profundidad. Lo primero que hacemos a la hora de evaluar las declaraciones de privacidad de una VPN es examinar con detenimiento su política de privacidad.

Todas las VPN almacenan algún tipo de datos de sus usuarios, como el número total de veces que se conectan al día y la cantidad de datos transferidos. Esto es aceptable y no representa ninguna amenaza para tu privacidad. No obstante, si una VPN afirma que almacena datos como tu dirección IP e historial de navegación, ya es algo por lo que preocuparse. Si una de las VPN que analizamos almacena datos por los que se te puede identificar (o tiene una política de privacidad larga, complicada y ambigua que es difícil de entender) le restamos puntos.

También tenemos en cuenta el historial de la VPN y si la empresa es propietaria de la aplicación y su sede. Si tiene un pasado lleno de escándalos de privacidad y controversia o tiene su sede dentro de la Alianza de los 14 Ojos, le reducimos los puntos correspondientes.

Por último, que una VPN haya sido sometida a una auditoría llevada a cabo por terceros es un gran punto a favor, porque confirma que su política de no guardar registros es legítima. Una VPN que no guarde registros es fiable porque no almacena registros ni datos de sus usuarios. Por lo tanto, que una empresa externa reconozca y valide este aspecto tendrá como resultado una valoración más positiva en el análisis de la VPN. Las empresas externas verifican si los servidores de la VPN registran algún dato y si cualquiera que sea ajeno a la VPN ha podido acceder a sus datos antes.

Ofrecer velocidades rápidas es crucial, ya que tiene un impacto significativo en la experiencia del usuario. Este aspecto es más importante todavía cuando usas la VPN para ver vídeos en streaming, hacer descargas o jugar online. Hacemos nuestras pruebas de velocidad de forma manual.

Antes de conectarnos a una VPN, registramos la velocidad de nuestra conexión habitual para tenerla como referencia. Luego, nos conectamos a la VPN y probamos una gran cantidad de servidores en todo el mundo, tanto los cercanos como los lejanos. También hacemos pruebas en diferentes momentos del día, ya que este nivel de variedad y detalle es la mejor manera de medir los resultados reales de velocidad.

Los factores que tenemos en cuenta cuando ponemos a prueba la velocidad son la velocidad de carga, la velocidad de descarga y el ping. La velocidad de descarga es lo rápido que se reciben datos, que es lo que sucede cuando ves vídeos en streaming y descargas archivos. La velocidad de carga es lo rápido que envías datos, como cuando por ejemplo subes un vídeo o envías correos electrónicos. El ping mide la capacidad de respuesta de la conexión (la latencia) y muestra la rapidez con la que viajan los datos.

Una vez que hemos reunido los resultados, determinamos las diferencias porcentuales entre la conexión sin VPN y la velocidad de cada región de servidor. Como las velocidades de una VPN pueden variar (dependiendo de tu ubicación, la hora del día, los límites de ancho de banda, etc.), este porcentaje te sirve para hacerte una idea de cómo la VPN podría afectar a tu velocidad de Internet. Es totalmente normal que una VPN disminuya tu velocidad por el cifrado adicional y las distancias más lejanas de los servidores, así que, cuanto menor sea la disminución, mejor.

Una VPN no debería causar una disminución de la velocidad superior al 20 % en servidores cercanos o del 40 % en servidores lejanos. Si cumple con ese requisito, será lo suficientemente rápida para ver streams en HD sin retrasos. Si la prueba de velocidad muestra unos resultados dentro de ese rango, la VPN tendrá una calificación más positiva.

Algunas de las funciones más esenciales de una VPN son mantenerte seguro en redes Wi-Fi públicas y cifrar tus datos.

Una de las primeras prestaciones de seguridad que evaluamos son los estándares de cifrado que la VPN usa. Como mínimo, una VPN debe usar cifrado AES 128-bit, pero la mayoría de las que te recomendamos usan cifrado AES 256-bit, que es el más potente del mercado. De hecho, es el cifrado que las agencias de seguridad más importantes usan para proteger sus datos confidenciales, y tardarían hasta varias vidas en descifrarlos, así que tienes la garantía de que es seguro.

La siguiente prestación que observamos son los protocolos de seguridad que ofrece cada aplicación. Estos protocolos te permiten elegir la forma en la que se cifra tu conexión y determinar el equilibrio entre velocidad y seguridad que tendrás. Una VPN debe ofrecer OpenVPN (UDP/TCP), IKEv2 y WireGuard porque son las opciones más seguras.

Otra funcionalidad importante que ponemos a prueba es la protección contra fugas de IP y DNS, que garantiza que tu VPN no filtrará tus solicitudes de DNS y tu dirección IP real. Usamos una herramienta de prueba de fugas externa como ipleak.net para verificar que las VPN que probamos sean seguras de verdad y no filtren direcciones IP ni DNS. También ponemos a prueba la funcionalidad de desconexión automática intentando cargar una web mientras cambiamos de servidor. Si la web no funciona, sabrás que la desconexión automática estará cumpliendo su trabajo. Cuando una VPN ofrece todas las prestaciones que te hemos explicado, le damos una calificación alta.

Otras prestaciones de seguridad que tenemos en cuenta son la tunelización dividida y la ofuscación. La ofuscación te ayuda a superar los cortafuegos y la censura en Internet. Si estamos poniendo a prueba la capacidad de superar cortafuegos de una VPN, vamos a un lugar que sepamos que censure webs (normalmente algún lugar con una red Wi-Fi pública, como una biblioteca) e intentamos acceder a esas webs censuradas usando la VPN.

Otro factor importante que consideramos cuando analizamos una VPN es su capacidad de superar restricciones geográficas y permitirte acceder a servicios de streaming. Por supuesto, nuestros escritores prueban ellos mismos todas las VPN y los servicios de cada análisis, pero, además, también contamos con un equipo de profesionales que hacen pruebas dos veces a la semana en decenas de servicios de streaming para poner a prueba decenas de VPNs. Por ejemplo, intentamos acceder a Netflix EE. UU., Hulu y HBO Max conectándonos a servidores en EE. UU. y registramos nuestros resultados. Además de los diferentes servidores, también probamos todos los protocolos, ya que algunos funcionan mejor que otros para superar bloqueos geográficos.

Además de Netflix, Hulu y HBO Max, también probamos a acceder con frecuencia a Amazon Prime Video, Disney+, BBC iPlayer, ESPN+, ITV, Peacock y mucho más. Tenemos suscripciones en todas esas plataformas para poder probarlas con asiduidad. Una vez que accedemos a las plataformas, ponemos a prueba la calidad de streaming que la VPN permite. Si podemos ver streams sin interrupciones en HD, la puntuación de la VPN mejora.

A nadie le gusta usar una aplicación VPN que está mal diseñada y no es práctica, así que las probamos todas para ver cómo de fácil de usar son.

Lo primero que probamos es lo fácil que es descargar e instalar la VPN. Lo ideal es que una VPN ofrezca una aplicación nativa para todos los sistemas operativos, y no deberías tardar más de unos minutos en instalarla y conectarla. Comprobamos este proceso en todos los sistemas operativos, incluyendo Windows, macOS, Android e iOS. Sin embargo, también probamos configuraciones que a veces pueden ser más complicadas, como es el caso de los rúteres, Linux, los dispositivos de streaming como Amazon Fire Stick y Roku, consolas y Smart TVs.

Si nos encontramos con algún problema durante la instalación al consultar las instrucciones de la web de una VPN, lo aprovechamos como una oportunidad para ver si el servicio de asistencia al cliente es útil y ver si poseen los conocimientos para resolver problemas técnicos. Cada vez que escribimos un artículo nuevo, instalamos (o reinstalamos) todas las aplicaciones VPN que analizamos para poder estar siempre al tanto de las últimas actualizaciones y cualquier cambio que hayan implementado en el proceso de configuración.

Lo más importante es que tenemos en cuenta la compatibilidad y el rendimiento de cada VPN según el sistema operativo en el que la uses. Siempre ponemos a prueba todos los sistemas operativos y dispositivos con los que una VPN es compatible.
Navegamos cuidadosamente por el diseño de cada aplicación y vemos lo fácil que es encontrar servidores, conectarse a ellos y ajustar la configuración. No tendrías por qué configurar nada de forma manual, y deberías poder cambiar la configuración de los servidores en solo unos pocos clics.

Es muy probable que alguna vez necesites ayuda para usar tu VPN, así que deberías tener un servicio de asistencia al cliente a tu disposición que tenga los conocimientos necesarios sobre la aplicación. Por desgracia, es frecuente que los equipos de asistencia de una VPN estén recitando un guion (o que sean bots). Las mejores VPN te ponen en contacto con expertos en tecnología, o a veces incluso con los desarrolladores reales de la aplicación.

Empezamos comprobando el servicio de asistencia por correo electrónico o sistema de tickets de una VPN para ver cuánto tardan en responder. Si recibimos una respuesta dentro de 24 horas, consideramos que es un servicio adecuado. Cuando obtenemos una respuesta, nos fijamos en lo bien que nos responden y si usan un tono amable e informativo.

No obstante, lo que más puntos le suma a una VPN es ofrecer un chat, sobre todo si está disponible las 24 horas. Normalmente, ponemos a prueba el servicio de asistencia al cliente haciendo varias preguntas y evaluando los tiempos de respuesta y la calidad de esta.

También nos fijamos en si tienen una página de preguntas frecuentes con respuestas detalladas a las preguntas más comunes, videotutoriales, guías de configuración y otros recursos. Cuanto más completos sean los recursos, mejor, ya que así los usuarios podrán solucionar sus problemas ellos mismos sin tener que depender del servicio de asistencia al cliente.

A la hora de poner a prueba las prestaciones para descarga de torrents de una VPN, hay varios factores que entran en juego. Nuestro requisito mínimo es que una VPN admita el intercambio de archivos P2P en sus servidores para que puedas descargar todos los torrents que desees durante el tiempo que quieras. Cuando descargamos un torrent, siempre examinamos la velocidad y el tiempo que tarda un archivo en descargarse con la VPN conectada y lo comparamos con el tiempo que se tarda sin usar la VPN. Además, lo comprobamos tanto en servidores cercanos como lejanos.

Otros factores que examinamos son las prestaciones de seguridad y privacidad, ya que descargar torrents puede dejar expuestos datos con los que se te puede identificar. Algunas de las prestaciones que buscamos son un cifrado potente, protección contra fugas de IP y desconexión automática. Si una VPN ofrece todas estas prestaciones, obtendrá una puntuación muy alta y la consideraremos apta para descargar torrents.

También analizamos funcionalidades adicionales que pueden mejorar el rendimiento para descargar torrents, como redirección de puertos y tunelización dividida. Cuantas más prestaciones adicionales para mejorar la descarga de torrents ofrezca una VPN, más alta será su puntuación.